lunes, diciembre 05, 2005

Engaños de La Nación


La Nación dice: “El 75% del electorado no votó y se sumó al boicot opositor”. En ningún lugar aclaran lo siguiente, según el diario Página 12:”El histórico nivel de participación electoral ronda entre el 30 y el 35 por ciento en Venezuela, en donde desde la reforma constitucional de Chávez el voto no es obligatorio”. Si este dato de Página 12 es cierto, evidentemente La Nación habrá informado, una vez más, sólo aquella fracción de los hechos con la que se sienten cómodos.

Es evidente, en particular en Venezuela, que el hecho de que el 75 % no haya votado no significa que ese porcentaje se oponga a Chávez. En esta misma nota reconoce La Nación que los planes sociales le han otorgado a Chávez un 70 % de aprobación. ¿Si el 70% aprueba al gobierno de Chávez, cómo es posible que este 75 % que no ha votado esté repudiando a Chávez con su abstención? En palabras de La Nación: “El mandatario, que aún conserva una popularidad de entre el 60 y el 70% gracias a los planes sociales que financia con los altos precios del petróleo…”.

Ni siquiera el diario ultraopositor de Venezuela, El Universal, incurre en semejante trampa informativa en la que ha incurrido La Nación. El Universal aclara: “La abstención registrada por el CNE (75% del padrón de votantes) no supera el récord histórico de abstención registrado en los comicios locales del 3 de diciembre del año 2000, cuando 8.968.352 (76,2% del padrón) dejaron de acudir a las urnas”.

Les dejo aquí los links de las notas tanto de Página 12, como de La Nación y también de El universal.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-60077-2005-12-05.html

http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=762302

http://www.eluniversal.com/2005/12/05/pol_art_05102A.shtml

Creo que ensayar alguna vez la lectura crítica no viene nada mal. También sería fantástico que los lectores argentinos adquirieran el hábito de leer múltiples diarios y no “casarse” con uno en particular (sea La Nación o Página 12, porque aquí no importa el perfil del “cónyuge”).

jueves, diciembre 01, 2005

San Juan Forro II



¡Qué ironía, los muertos por el HIV crecen y a Juan Pablo II lo van a convertir en beato! y quién no te dice, en santo.

Los católicos no van a aprender más hasta que Ratzinger o algún papa se muera de SIDA, porque no me van a negar que no tienen sexo. Aunque pensándolo bien, nunca lo darían a conocer, si la Iglesia sólo vive de apariencias al igual que los millones de oligarcas que los apoyan.

Lamentablemente es así, los muy católicos de Recoleta, los terratenientes de Entre Ríos, los curas de cualquier lugar del mundo sólo piensan en la imagen. Viven dentro de una familia con muchos hijos, porque recordemos que no pueden usar forro, y como los métodos naturales no suelen ser demasiado efectivos, parto y nuevo hijo. ¡Que contradicción! la Iglesia acepta que se utilicen métodos naturales de control de la natalidad, pero al mismo tiempo sostienen que el acto sexual sólo es para tener hijos. ¿En qué quedamos?

Y uno se pregunta, razonablemente, ¿porqué los métodos naturales sí y los artificiales no? Acaso no lo mantuvieron vivo al último Papa con métodos artificiales? ¿Acaso no utilizan computadoras, bisturí, luz eléctrica o guantes de látex para operarlo? ¿Bajó Dios de los cielos y les dijo, “acepten los guantes de látex pero condenen los forros de látex”? La negativa de los preservativos va dirigida controlar el pueblo. Tal vez sea funcional a la Iglesia que muera gente de SIDA y así alimentar su industria de contención del dolor, los sidosos son buenos para esto porque viven mucho tiempo en agonía. O tal vez prefieran que haya más pobres porque mientras la gente es más ignorante más se acerca a la religión. No vaya a ser que estos países se conviertan en Suecia o Noruega, donde asola el flagelo del ateísmo y el agnosticismo.

Si, la imagen es todo para ellos, les es mejor ocultar las violaciones de niños en E.E.U.U que enfrentar a la justicia, más sencillo pagar millones para silenciar a los padres que sincerarse. La imagen es todo para esta sociedad y ellos lo saben, por eso en este día de concientización largan lo del Papa y cuando haya algún otro día que lesione el statu quo anunciarán la gran IMAGEN de su canonización.

El forro en el Obelisco no es más que una imagen, y espero que sea más visible que la de ellos.

Libertad de expresión


¿Hay libertad de expresión en Argentina? Estoy harto de escuchar periodistas que dicen que no la hay. Sostienen que nuestro presidente tiene aspiraciones hegemónicas y que es un pequeño tirano. Dicen prácticamente que es un monstruo comunista, y próximamente quizás digan también que es un torturador.

Dicen lo mismo en Venezuela, país que no he tenido el gusto de visitar. Plantean que Chávez no es democrático y parece no importarles los amplios triunfos electorales de Hugo (y no me refiero al personaje del famoso videojuego, sino al Hugo que solía llevar una boina), triunfos que fueron reconocidos por los veedores internacionales que tanto reclamara la oposición. Esto está clarísimo: cuando creen que las urnas les pueden servir, entonces se apoyan en las elecciones, pero cuando el resultado no los favorece (siempre) entonces denuncian fraude (y les da igual lo que digan J. Carter o cualquier veedor internacional). No me sorprende que ahora se hayan bajado de las elecciones venideras, al fin y al cabo, se han cansado de no ser votados.

En relación a la oposición venezolana, deseo contarles una anécdota que me tocó vivir, seré breve. Había ido a la Feria del Libro, que tiene lugar todos los años en la Sociedad Rural, y me había visto tentado de concurrir a la presentación de un libro sobre el gobierno de Chávez. Los escritores hablaron frente a un salón bastante grande y se refirieron al mencionado gobierno en términos muy positivos. Sin embargo, había un hecho que empañaba el asunto: un grupo de unas 15 o 20 personas de la oposición venezolana, que habían concurrido al recinto en forma planificada (todos portaban idénticas remeras amarillas con consignas antichavistas) y con la intención de entorpecer la presentación del libro, abucheaban múltiples conceptos que trataban de exponer los escritores.

Me sentía indignado, no se trataba de un acto político, era simplemente la presentación de un libro. Esos escritores estaban en su derecho de escribir cosas favorables a Chávez o a cualquier presidente. Tan molesto resultaba el accionar de estas personas que incluso el público les reclamaba que guardaran el decoro y dejaran a los autores del libro continuar con su presentación. Estos venezolanos de la oposición, que evidentemente tenían cierto nivel económico (recordemos que no es gratuito hacerse un viajecito a Buenos Aires), eran cuanto mucho el 5 % del auditorio y, sin embargo, pretendían interrumpir el discurso que todo el resto de la gente deseaba oír.

¿Por qué les menciono esto? Porque es el mismo principio que rige cuestiones como el fenómeno Blumberg. Los candidatos que proponen “mano dura” no tienen muchos votos, pero esta minoría (de alto nivel de ingresos) genera hábilmente grandes impactos mediáticos, mediante los cuales logran imponer leyes que no se condicen con el sentir de los argentinos. Así vemos a un señor Blumberg “infiltrado” en el Congreso diciéndoles a los legisladores qué es lo que tienen que votar. Que yo sepa no hay ningún Blumberg en Venezuela, por ahora, pero la oposición venezolana parece no querer resignarse a ser la minoría y pretende imponer sus aspiraciones a cualquier costo. Yo me pregunto: ¿Dónde estaban cuando se produjo el fallido golpe de estado contra Chávez? ¿Estaban luchando por la democracia? ¿O estaban luchando por sus intereses?

Para redondear este artículo quiero agregar una observación que está dirigida a todos esos periodistas que se quejan de la falta de libertad de expresión. Si realmente fuera como ellos dicen, no estarían escribiendo en sus diarios oligarcas sobre la falta de libertad de expresión, estarían tras las rejas o incluso muertos. Ellos no están escribiendo contra la opresión de Chavez desde el exilo, están escribiendo en Venezuela misma, y lo que expresan es publicado en ese mismo país por sus principales diarios, entre ellos por El Universal, y también por los demás medios de comunicación. Lo mismo digo con respecto a la prensa argentina. Cuando en un país determinado no haya libertad de expresión, en ese lugar no habrá margen para manifestar que no hay libertad de expresión.