jueves, agosto 16, 2007

lunes, agosto 06, 2007

Luces en Hong Kong



Este video fue posteado recientemente en Taringa y me llamó la atención que ninguno de los comentarios que vi en ese sitio cuestionaba el hecho de que se derrochen semejantes cantidades de energía ante los gravísimos problemas de calentamiento global.

Obviamente que, como dicen en el video, este espectáculo atrae a muchos turistas, pero ésta es precisamente la lógica capitalista que ha creado el problema del calentamiento global, llevando a la humanidad al borde del abismo. Si algo sirve para producir ganancias adicionales, entonces está bien. No se tiene nunca en cuenta que habría que prescindir de algunas cosas, pese a que den ganancias, por el simple hecho de no arruinar nuestro planeta. En suma habría que producir para garantizar una vida digna y no para maximizar ganancias.

jueves, agosto 02, 2007

Cómo acentuar en español

La razón de este artículo radica en que la ortografía promedio se va tornando cada vez peor. Creo que esto, en parte, es fomentado por el uso generalizado del chat, en él los usuarios se acostumbran a escribir sin acentos.

Deseo aclarar que no estoy de acuerdo con la opinión de que los errores de acentos sean „chiquitos“ frente a otros errores, que también son muy comunes, como la distinción entre „V“ y „B“. Los acentos pueden marcar la diferencia entre estar escribiendo una palabra determinada u otra completamente distinta.

El tipo de acento donde encuentro los errores más frecuentes es el diacrítico, es un tipo de error tan sistemático que me da la impresión de que no se debe a simples descuidos, sino al desconocimiento total de lo que son los acentos diacríticos. Creo que si hiciera una encuesta, tanto en calles paquetas de Buenos Aires como en zonas marginales, sólo una fracción muy pequeña podría explicar la diferencia que hay entre: si-sí, mas-más, solo-sólo, el-él, etc...

Dicho todo esto, voy a proceder a transcribir este artículo en el que se explica exhaustivamente el uso de acentos en nuestra lengua nacional. Desde ya, me disculpo por los errores que yo mismo pueda haber cometido.


FUENTE

Cómo acentuar en español

Versión 2.01. 2 de febrero de 1998
© 1996-1998 Miguel Ángel Monjas Llorente
El URL de este documento es http://www.dat.etsit.upm.es/~mmonjas/acentos.html
La versión anterior de este documento (mucho más reducido) puede encontrarse en http://www.dat.etsit.upm.es/~mmonjas/acentos_old.html

Existe una versión de este documento en formato Word 97 sin comprimir (71 Kbytes) y comprimido utilizando Winzip (20 Kbytes).



La ortografía es la rama de la gramática que se ocupa de la escritura correcta. Por convencionales que resulten las reglas que regulan la ortografía, es obligación de todos los usuarios de nuestra lengua conocer dichas reglas a fin de utilizarla con la mayor corrección. La enseñanza de esta normativa se encuentra rodeada de una, a mi juicio correcta, mala fama que lleva a un cierto menosprecio de la ortografía (siendo este un efecto desdichado). Efectivamente, la memorización de un enorme número de reglas, de carácter poco general las más de ellas, con un sinnúmero de excepciones, ha supuesto un tormento para generaciones de escolares. La potenciación de este método, en detrimento de la inducción ortográfica a partir de la experiencia lectora, ha llevado a los pobres resultados observados.

Sin entrar en el debate sobre la reforma de la ortografía, con la cual no puedo estar más que a favor (en la línea del documento redactado por David Galadí-Enríquez, disponible en http://www.dat.etsit.upm.es/~mmonjas/reforma.html), me centraré en la descripción de las reglas que regulan la parte de la ortografía conocida como acentuación. Explicaré, por tanto, las reglas definidas por la Real Academia Española para la colocación de la tilde en las palabras. A diferencia de las que regulan la escritura de la palabra que, al estar basadas muchas veces en criterios etimológicos, no resultan evidentes, la colocación de la tilde se hace siguiendo unos criterios objetivos que hacen unívoca la tarea de colocar la tilde.

El castellano es un idioma cuasifonético en su escritura. Un texto correcta y completamente acentuado puede ser leído sin ambigüedad por cualquier persona, sea o no hispanohablante (lo cual no sucede, por ejemplo, con el idioma inglés). Por comodidad, desidia, deficiencias educativas, o por falta de facilidades tecnológicas, el uso de la tilde (no sólo, pero especialmente, en el entorno de Internet) va retrocediendo.

La primera versión de este documento (bastante fragmentaria) se basó en las normas citadas en mis libros de Lengua Española de EGB (aproximadamente secundaria para los no españoles) y en diversos libros de estilo (el del diario El País, de España, y el de la agencia española de noticias EFE). Para esta versión, que pretendo que sea totalmente exhaustiva, he seguido las siguientes referencias:

  • Gómez Torrego, L., Manual de Español Correcto, volumen I. ARCO/LIBROS, Madrid, 1996.
  • Carratalá, F., Manual de Ortografía Española. Ed. Castalia, Madrid, 1997.

Sumario

  • Definiciones
  • Clasificación de las palabras según su acento
  • Reglas básicas
  • Tilde diacrítica
  • Diptongos, triptongos e hiatos
    • Definiciones
    • Colocación de la tilde
  • La tilde en las palabras compuestas
  • Acentuaciones dobles
  • Acentuaciones incorrectas
  • Otras consideraciones

Definiciones

Se denomina acento prosódico (o simplemente acento) a la mayor fuerza de pronunciación que se carga sobre una sílaba de la palabra (a la que se denomina sílaba tónica). Una palabra puede ser tónica, si alguna de las sílabas que la componen presenta este acento, o átona, si ninguna de sus sílabas sobresale de las demás. Cualquier palabra pronunciada sola, fuera de contexto, es tónica. Solo en el contexto del discurso es posible determinar si una palabra es átona.

Las palabras átonas son escasas en número, pero muy importantes por el uso extensivo que se hace de ellas. Entre ellas podemos citar las siguientes:

  • los artículos determinados: el, la, lo, los, las...
  • las formas apocopadas de los adjetivos posesivos: mi, tu, su...
  • los pronombres personales que realizan la función de complemento sin preposición: me, nos, te, os, le, la, lo, los, las, les, se.
  • los relativos: que, cuanto, quien, cuyo.
  • los adverbios relativos con funciones no interrogativas o exclamativas: donde, cuanto...
  • el adverbio tan.
  • las conjunciones: y, o, que, si, pues, aunque...
  • casi todas las preposiciones: de, con, a...
  • la partícula cual cuando equivale a como (Como un ciclón = Cual ciclón).
Las únicas palabras que poseen dos acentos prosódicos son los adverbios de modo formados mediante la adición del sufijo -mente a un adjetivo. El primer acento es el del adjetivo; el segundo es el correspondiente al sufijo.

Se llama tilde o acento ortográfico a una rayita oblicua (') que baja de derecha a izquierda del que lee o escribe, y que se pone, en los casos adecuados, sobre alguna de las vocales de la sílaba tónica de la palabra.


Clasificación de las palabras según su acento

Las palabras agudas son aquellas que tienen el acento prosódico en la última sílaba.

  • con-ver-sar
  • pas-tor
  • o-ra-ción
  • com-pe-tir
  • va-lor
  • Or-le-ans


Las palabras llanas son aquellas que tienen el acento prosódico en la penúltima sílaba.

  • pro-tes-tan-te
  • li-bro
  • di-fí-cil
  • ra-bi-no
  • bí-ceps
  • án-gel


Las palabras esdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en la antepenúltima sílaba.

  • prés-ta-mo
  • hi-pó-cri-ta
  • ag-nós-ti-co
  • cré-di-to
  • lle-gá-ba-mos


Las palabras sobreesdrújulas son aquellas que tienen el acento prosódico en una sílaba anterior a la antepenúltima sílaba. Se trata de dos tipos de palabras:
  • adverbios de modo terminados en -mente (palabras con dos acentos):
    • di-fí-cil-men-te
    • e-vi-den-te-men-te
    • fá-cil-men-te
    • ob-via-men-te
  • formas verbales formadas por la composición de dos pronombres personales átonos con una forma verbal:
    • có-me-te-lo
    • trá-e-me-la

Reglas básicas

Los monosílabos (sean átonos o no) no llevan tilde. Se exceptúan aquellos monosílabos tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos, en cuyo caso se coloca tilde en el monosílabo tónico. Esta tilde se denomina tilde diacrítica. Su colocación (no sólo en los monosílabos) se describe en el apartado correspondiente.

Se acentúan todas palabras agudas que terminan en vocal, o en n o s solas.

  • tam-bién
  • ja-más
  • lec-ción
  • se-gún
  • a-de-más

Las palabras agudas que no terminan en vocal, o en n o s solas, nunca se acentúan.

  • vir-tud
  • na-cio-nal
  • re-loj
  • a-co-me-ter
  • Or-le-ans
  • fe-liz


Nunca se acentúan las palabras llanas que terminan en vocal, o en n o s solas.

  • me-dios
  • lla-na
  • re-ve-la
  • mo-do
  • sub-jun-ti-vo

Las palabras llanas que terminan en otras letras siempre se acentúan (a estos efectos no se considera la letra x representada por los fonemas /k/ + /s/, sino como tal, y por tanto, las palabras llanas terminadas en x llevan tilde).

  • di-fí-cil
  • cár-cel
  • au-to-mó-vil
  • bí-ceps
  • Gon-zá-lez
  • i-nú-til
  • án-trax


Todas las palabras esdrújulas se acentúan.

  • ás-pe-ra
  • es-drú-jula
  • ca-tó-li-co
  • pro-pó-si-to
  • éx-ta-sis


El caso de las palabras sobreesdrújulas se estudia en el apartado decicado a la acentuación de las palabras compuestas.

Tilde diacrítica

La tilde diacrítica se coloca sobre ciertas palabras para distinguir entre diversos significados del vocablo, según que sean tónicos o átonos. La tilde se coloca sobre la palabra tónica aunque según las reglas generales no corresponda colocar tilde. Hay varias categorías:

  1. monosílabos tónicos que coinciden en su grafía con otros átonos:
    • más (adverbio de cantidad): Quiero más comida.
    • mas (conjunción adversativa con el significado de pero): Le pagan, mas no es suficiente.

    • (pronombre personal): Es preciso que vengas tú.
    • tu (adjetivo posesivo): Dale tu cartera.

    • él (pronombre personal): ¿Estuviste con él?.
    • el (artículo): El vino está bueno

    • (pronombre personal): Todo esto es para mí.
    • mi (adjetivo posesivo): Trae mi calendario.
    • mi (nombre común): Concierto para oboe en mi bemol mayor.

    • (adverbio de afirmación): Él sí quería.
    • (pronombre reflexivo): Lo atrajo hacia sí.
    • si (conjunción condicional): Vendrá si quiero.
    • si (conjunción de interrogativas directa): Pregúntale si quiere venir.
    • si (nombre común): Concierto para piano y orquesta en si bemol.

    • (del verbo dar; cuando se le une algún pronombre, también se acentúa): Déme ese dinero.
    • de (preposición).

    • (de los verbos ser o saber): Yo no sé nada, Sé un poco más educado.
    • se (pronombre personal y reflexivo).

    • (nombre común): Póngame un té.
    • te (pronombre personal): Te voy a dar.

  2. para evitar confusiones, lo que se conoce como anfibología (en caso de que no existiese confusión, podemos prescindir de la tilde):
    • aún (adverbio temporal o de modo con el significado de todavía): ¿Aún no ha llegado?.
    • aun (resto de casos): Ni aun él pudo hacerlo.

    • sólo (adverbio equivalente a solamente): Sólo me quieres para eso.
    • solo (adjetivo con el significado de sin compañía): No estés sólo.

      Determinantes y pronombres demostrativos:
    • los pronombres éste, ésta, ése, ésa, aquél y aquélla, así como sus plurales, llevan tilde para diferenciarlos de los determinantes equivalentes.
    • los determinantes este, esta, ese, esa, aquel y aquella y sus plurales no llevan tilde nunca.
    • esto, eso y aquello no llevan tilde nunca, puesto que son siempre pronombres.
    Hay que tener en cuenta que nunca llevan tilde los pronombres demostrativos que actúan como antecedentes de un pronombre relativo sin coma interpuesta entre ambos: Esos que trajiste no con adecuados.

  3. en interrogaciones, admiraciones o expresiones de carácter dubitativo (también en oraciones que presenten un matiz interrogativo o dubitativo, aunque no existan signos de puntuación o admiración), también se acentúan:
    • cómo: ¡Cómo que no!, Me pregunto cómo habrá venido.
    • cuál: Esa es la habitación en la cual estuvieron, ¿Cuál es el tuyo?.
    • quién: ¿Quién lo ha dicho?
    • qué: Pídele lo que te debe, No sé qué hacer.
    • dónde: ¡Dónde fuiste a pedir dinero!.
    • cuándo: Hazlo cuando tengas tiempo, ¿Cuándo vienes?.
    • cuánto, cuán: No te imaginas cuán ridículo estás, ¿Cuantas cosas has traído?.

    • por qué (partícula interrogativa): ¿Por qué no vienes?.
    • por que (grupo átono formado por la preposición por más pronombre relativo o conjunción subordinante que). En el primer caso siempre es posible intercalar un artículo determinado: ¿Cuál es la razón por (la) que te fuiste?. La segunda aparece cuando el verbo antecedente rige la preposición por: Se decidió por que viniera Pepe.
    • porque (conjunción subordinante causal [átona]). Iré porque me lo pides, Porque te quiero a ti...
    • porqué (nombre): Este es el porqué de su decisión.

  4. el hecho de que tales palabras vayan en una oración interrogativa o exclamativa no significa que tengan sentido exclamativo o interrogativo. Si no lo tienen, no deben llevar tilde:
    • ¿Eres tú quien lo ha hecho? (la pregunta se refiere a )
    • ¡Vendrás cuando te lo diga!


Diptongos, triptongos e hiatos

Definiciones

Un diptongo es el conjunto de dos vocales dentro de una misma sílaba, una de las cuales será siempre una vocal cerrada (i o u). Por tanto, cuando observemos que las dos vocales que aparecen juntas dentro de una misma sílaba son abiertas (a, e u o), podemos afirmar que no hay diptongo. Por ejemplo, existirá diptongo en palabras como a-vión, Jai-me, cuer-po, viu-do..., pero no en hé-ro-e, a-ho-ra...

Existen tres tipos de diptongos:

  • diptongos crecientes, formados por una vocal cerrada más una vocal abierta: ia, ie, io, ua, ue, uo.
  • diptongos decrecientes, formados a su vez por una vocal abierta más una vocal cerrada: ai, ei, oi, au, eu, ou. Cuando se encuentran al final de la palabra, los diptongos ai, ei y oi se escriben ay, ay y oy, respectivamente.
  • diptongos formados por dos vocales cerradas, como iu, ui (este último se escribe uy cuando se encuentra a final de palabra [salvo en el caso de benjuí y algún otro más raro]). A efectos de acentuación, tal como estudiaremos posteriormente, los grupos formados por iu o ui se consideran siempre diptongos.

Un triptongo aparece cuando no son dos, sino tres, las vocales que aparecen dentro de una misma sílaba. La vocal situada en el centro es siempre abierta, en tanto que las de los extremos son cerradas. Existen siete posibles triptongos:

  • uai (escrito uay cuando este triptongo se halla a final de palabra): a-ve-ri-guáis, U-ru-guay...
  • uei (escrito uey cuando se encuentra a final de palabra): a-ve-ri-güéis, Ca-ma-güey...
  • iai: i-ni-ciáis...
  • iei: i-ni-ciéis...
  • iau: miau...
  • ioi: hioi-des...
  • uau: guau...

La presencia de una h intercalada no invalida la existencia de un posible diptongo o triptongo.

Cuando dos vocales se encuentran en contacto dentro de una palabra, pero no forman parte de la misma sílaba, se dice que existe un hiato. Existen tres clases de hiatos:

  • hiato producido por el encuentro por dos vocales abiertas. Siempre que se encuentran dos vocales abiertas, se produce un hiato: re-hén, al-de-a, le-ón...
  • hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada tónica, situada delante o detrás de una vocal abierta átona: ba-hí-a, o-í-do, fan-ta-sí-a...
  • hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada átona con abierta tónica (gui-ón, tru-hán...). Es el caso menos frecuente. Se trata siempre de palabras agudas terminadas en vocal o en n.
Como ya se ha comentado, el encuentro entre dos vocales cerradas, a efectos de acentuación, se considera como diptongo.



Colocación de la tilde

Diptongos

La acentuación de los diptongos sigue las reglas generales. Por lo tanto, si el acento de la palabra recae sobre una sílaba con diptongo, y a esta le corresponde una tilde según las reglas generales, esta tilde se coloca sobre la vocal abierta (a, e u o). Veamos algún ejemplo: co-rréis, hués-ped...

Cuando son dos vocales cerradas las que están en contacto (ui o iu), a efectos de acentuación, se considera que se trata de un diptongo. Del mismo modo que para el resto de los diptongos, si a dicho diptongo le corresponde una tilde, esta se coloca en el segundo elemento: ben-juí, cuí-da-te, je-suí-ti-co, des-truí, pero je-sui-ta, des-truir...

Existen excepciones a esta última regla. Las formas verbales huí, huís, huía, huían y huías (y sus equivalentes del verbo fluir) se acentúan.

Los onomásticos y patronímicos de origen catalán terminados en -iu o -ius, con acento prosódico en la i se escriben sin tilde: Montoliu...

Se escriben también sin tilde los vocablos agudos terminados en au, eu y ou. Se trata por lo general de patronímicos de origen catalán: Aribau, Salou, Bernabeu...

La y precedida de vocal al final de una palabra se considera como una consonante a efectos de acentuación, por lo que todas las palabras agudas terminadas en los diptongos ay, ey y oy se escriben sin tilde (guirigay, virrey...). No así sus plurales que constituyen palabras agudas terminadas en s. Los agudos terminados en uy (generalmente topónimos como Bernuy) siguen la misma norma y no se acentúan (sí lo hace benjuí).

Triptongos

En los triptongos se sigue la regla general de los diptongos. Se coloca la tilde en la vocal abierta del triptongo: a-ve-ri-guáis, li-cuéis...

En los triptongos agudos terminados en -uay y -uey se siguen las mismas normas citadas en los diptongos respecto a la y final y, por tanto, no se acentúan palabras como buey, Uruguay...

Hiatos

Si el hiato consiste en la unión de dos vocales abiertas, la tilde se coloca según las reglas generales: le-ón, co-á-gu-lo...

Si una de las vocales es cerrada, y el posible diptongo se ha deshecho debido a que sobre ella se carga la fuerza de pronunciación de la palabra, la tilde se coloca sobre esta vocal cerrada, independientemente de que le correspondiera según las reglas generales: ca-í-da, son-re-ír, re-ú-no, ba-ra-hún-da...

Cuando la vocal tónica es la abierta, se coloca sobre ella la tilde, toda vez que se trata siempre de palabras agudas terminadas en vocal o en n: lié, Sión, truhán...


La tilde en las palabras compuestas

  1. si la palabra compuesta procede de la unión de dos palabras simples, sólo lleva tilde la última componente si a la palabra compuesta le corresponde llevarla: contrapié, decimoséptimo, cortafríos, radiocomunicación... (pierde su tilde siempre la primera componente de la misma aunque la llevara cuando era simple: asimismo, decimoséptimo, tiovivo...).
  2. si las palabras se unen mediante guión (conservando la primera invariante la terminación masculina singular), cada vocablo conserva su tilde si ya la tenía previamente: físico-químico, anglo-soviético...
  3. en el caso de los adverbios de modo formados mediante la adición del sufijo -mente (que tienen en realidad dos acentos), se mantiene la tilde del adjetivo que origina el adverbio si ya la tenía: ágil-mente, rápida-mente...
  4. cuando a una forma verbal que ya tenía tilde se le añaden uno o varios pronombres, la tilde se mantiene: dé-me, movió-se...
  5. si al reunir una forma verbal que no tiene tilde con uno o varios pronombres resulta una palabra esdrújula o sobreesdrújula, debemos ponerla: vámonos (de vamos), dáselo (de da), entrégaselo (de entrega) ...


Acentuaciones dobles

  1. poseen doble acentuación las siguientes palabras. Se recomienda la forma de la primera columna:
    alveolo
    alvéolo
    chófer
    chofer
    conclave
    cónclave
    dinamo
    dínamo
    fútbol
    futbol
    gladíolo
    gladiolo
    medula
    médula
    olimpiada
    olimpíada
    omóplato
    omoplato
    ósmosis
    osmosis
    pabilo
    pábilo
    pentagrama
    pentágrama
    período
    periodo
    reuma
    reúma

  2. palabras terminadas en -iaco/-íaco (y sus correspondientes femeninos). La primera es preferible:
    austriaco
    austríaco
    policiaco
    policíaco
    Zodiaco
    Zodíaco
    amoniaco
    amoníaco
    cardiaco
    cardíaco

  3. hay también doble acentuación en los presentes de indicativo de algunos verbos. Se indica, como de costumbre, la pronunciación recomendada en primer lugar (sólo se indica la primera persona):
    afilio
    afilío
    auxilio
    auxilío
    concilio
    concilío
    expatrio
    expatrío
    glorio
    glorío
    vanaglorio
    vanaglorío
    extasío
    extasio


Acentuaciones incorrectas

  1. incluyo aquí una serie de palabras que se acentúan de dos formas diferentes, aunque la Real Academia sólo considera como correcta una de ellas. Honestamente, considero que el uso ha conferido carta de naturaleza a muchas de las acentuaciones no reconocidas por la Academia. De todas formas, ahí van (en la primera columna coloco la forma correcta, y en la segunda la incorrecta):
    expedito
    expédito
    libido
    líbido
    prístino
    pristino
    intervalo
    intérvalo
    Mondariz
    Mondáriz
    Trevélez
    Trévelez
    Nobel
    Nóbel
    accésit
    áccesit
    cenit
    cénit
    coctel
    cóctel
    elite
    élite
    fútil
    futil
    táctil
    tactil
    Sáhara
    Sahara
    méster
    mester

  2. los verbos cuyo infinitivo termina en -cuar o -guar llevan diptongo en la sílaba final. Por tanto, del verbo evacuar la conjugación da e-va-cuo y no e-va-cú-o. Las únicas excepciones a esta regla son los verbos licuar y promiscuar, que aunque con diptongo en el infinitivo, producen hiatos en la conjugación (aquí sí que es válido li-cú-o).
    El resto verbos que terminan en -uar, aún llevando diptongo en la sílaba final, producen hiatos en la conjugación y se dirá ha-bi-tú-o y no ha-bi-tuo.


Otras consideraciones

  1. las letras mayúsculas deben llevar tilde siempre que les corresponda. Así lo determinan las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía, el texto normativo publicado por la RAE en 1959 y que constituye la base de la Ortografía. Es cierto, no obstante, que en el Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, texto no normativo de 1974, se rebaja la norma a una recomendación.
  2. las formas verbales fue, fui, vio y dio no llevan tilde por tratarse de monosílabos. Aunque antiguamente sí la llevaban, las últimas normas ortográficas de la RAE (1959) corrigen esta excepción.
  3. la conjunción o lleva únicamente tilde cuando enlaza números (siempre que se escriban con cifra, no con letra).
  4. las palabras latinas que se han incorporado al castellano colocan su tilde según las reglas generales (vademécum, currículum, accésit...).
  5. las palabras y nombres propios de otros idiomas conservan su grafía original, si en estos idiomas se escriban en alfabeto latino. Podrán acentuarse siguiendo las normas españoles si así lo permiten su pronunciación y grafía originales: Wagner o Wágner.
  6. si se trata de nombres geográficos, se sigue la norma anterior salvo que se haya españolizado el término, en cuyo caso se acentúan según las reglas generales (lo que se conoce por exónimos, como París, Aquisgrán, Milán, Lérida...).



Advertencias

Las presentes reglas son, según mis conocimientos, básicamente correctas. No obstante, entre las diferentes excepciones, así como entre las palabras con acentuaciones incorrectas, pudiera haber alguna inconsistencia o error. Cualquier aspecto concreto debería ser consultado en una ortografía o diccionario antes de ser tomado como cierto. El autor declina toda responsabilidad por faltas de ortografía cometidas en estricto cumplimiento de las reglas aquí enumeradas.

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La presente página es © 1996-1998 por Miguel Ángel Monjas Llorente (mmonjas@eunet.es). Todos los derechos reservados.

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Last Modified on Mon, 02 Feb 1998 19:15:00 GMT

© 1996-1998 Miguel Ángel Monjas Llorente (mmonjas@eunet.es)

FMI: la historia se repite.

Un artículo altamente recomendable FUENTE

por Damien Millet- Eric Toussaint

3 de julio de 2007

Al contrario del penoso episodio Wolfowitz, bastante prolongado ya que el ex número dos del Pentágono, cogido en flagrante delito de nepotismo, se pegó a su poltrona de presidente del Banco Mundial, la dimisión del director general del Fondo Monetario Internacional (FMI),

Rodrigo Rato, dos años antes de la finalización de su mandato, constituye una sorpresa. Por otra parte, su nombramiento en el 2004 también fue una sorpresa, sólo algunos días después de la derrota electoral del gobierno de José María Aznar, al cual Rodrigo Rato pertenecía. Como si un rechazo popular pudiera abrir las puertas de la dirección de una de las más grandes instituciones multilaterales.

Decididamente, este puesto se parece cada vez más a un sillón eyectable que el mismo piloto no duda en accionar. Ya en el 2004, el alemán Horst Köhler sorprendió al mundo económico al presentar la dimisión a su cargo del FMI para asumir la presidencia de la República Federal de Alemania. En el 2000, la partida del francés Michel Camdessus fue más bien la consecuencia de la grave crisis del sudeste asiático; hay que recordar que la acción del FMI, que había acudido en ayuda de los acreedores que habían realizado inversiones azarosas, imponiendo medidas económicas que llevaron al desempleo a más de 20 millones de personas, era fuertemente cuestionada.

No hagamos comentarios sobre las razones personales avanzadas por Rodrigo Rato para justificar su partida, anunciada para el otoño próximo. Pero nos vemos obligados a constatar que varios expedientes delicados para el FMI plantean actualmente graves preocupaciones a una institución que atraviesa, por otro lado, una grave crisis de legitimidad.

La reforma de las cuotas-parte se hunde. Según el proyecto preparado por Rodrigo Rato, cuatro países (China, Turquía, México, y Corea del Sur) deben aumentar su cuota-parte en varios décimos de punto, en el seno del FMI. Aunque en esto no haya nada que pueda realmente modificar la relación de fuerzas, en la actualidad favorable a las grandes potencias, el proyecto no avanza.

El cuestionamiento del FMI aumenta. Los movimientos altermundialistas, como el CADTM, reclaman desde hace años la abolición del FMI y su reemplazo por una institución con objetivos radicalmente diferentes, centrada en la garantía de los derechos humanos fundamentales. Pero, cada vez más gobiernos tratan de desembarazarse de la opresiva tutela del FMI. Venezuela anunció en abril 2007 que se retiraba del FMI. En diciembre de 2005, Brasil y Argentina reembolsaron de una sola vez todo lo que le debían. Otros, como Indonesia, Filipinas o Uruguay, siguieron esta vía, con lo que privaron al FMI de sus principales clientes.

Esto tiene consecuencias en la financiación del FMI, ya que un reembolso anticipado implica una gran disminución en los intereses a cobrar. Hete aquí por qué en enero de 2007 un comité de expertos encargado de estudiar la cuestión recomendó la venta de 400 toneladas de oro del FMI (de un total superior a las 3.200 toneladas). Pero Estados Unidos siempre se negó a que se efectuaran estas ventas. Así mismo, una reunión prevista a este efecto acaba de ser pospuesta un mes, aportando la prueba de que en este ámbito, tampoco las cosas marchan bien.

A pedido de Estados Unidos, nervioso porque el yuan está subvaluado, lo que favorece las exportaciones chinas y aumenta el déficit comercial estadounidense, el FMI acaba de agregar una nueva cuerda a su arco, que está en un estado lamentable: la vigilancia de los tipos de cambio de las monedas. Pero los dirigentes chinos hacen oídos sordos y montan en cólera por este tema contra el FMI, precisamente acusado de ser un instrumento en manos del gobierno de Bush.

Actualmente hay un gran riesgo que nos repitan, una vez más, la misma cantinela: los dirigentes europeos aceptaron la sustitución de Paul Wolfowitz por Robert Zoellick a la cabeza del Banco Mundial a cambio de la garantía de que Europa podrá continuar nombrando al director del FMI. ¡Cómo es posible que este sistema inadmisible de doble cooptación euro-estadounidense pueda aún continuar?

El destino es a veces cruel en este fin de junio de 2007: el director general del FMI dimite mientras que el nuevo presidente del Banco Mundial esta a punto de asumir su puesto, haciendo visible dos instituciones que han perdido el Norte, más preocupadas por sí mismas que por los asuntos del mundo; al mismo tiempo, seis países de Latinoamérica (Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil y Paraguay) lanzan el Banco del Sur, encargado de promover a escala regional una lógica radicalmente distinta de la -particularmente brutal y mortífera- impuesta por el FMI y el Banco Mundial desde hace décadas.

El mismo día, el informe sobre la riqueza del mundo, publicado por las sociedades Merrill Lynch y Cap Gemini, muestra que el número de millonarios en dólares en el mundo creció hasta 9,5 millones de personas, un aumento del 8,3 % en un año. El patrimonio acumulado de estos millonarios supera los 37 billones de dólares, o sea, más de doce veces la deuda exterior de todos los países en desarrollo. Al mimo tiempo, las poblaciones pobres se hunden en la miseria, particularmente fragilizadas por el fuerte aumento del precio de los cereales en los mercados mundiales. La producción cerealera -en particular del maíz- se dirige cada vez más hacia la fabricación de agrocombustibles para los países más industrializados, lo que conlleva el riesgo de producir crisis alimentarias graves en los países del Sur de aquí a pocos meses.

Hay que acabar con este modelo económico que sólo tiene éxito en hacer más ricos a los ricos y más poderosos a los poderosos. Hay que acabar con este modelo económico que fracasó, porque es el terreno donde se desarrolla la deuda, la pobreza y la corrupción. Como el Banco Mundial, el FMI fue uno de los principales promotores y soporta una pesada carga de responsabilidad. El barco cabecea peligrosamente. El año 2007 es ya un annus horribilis para los partidarios de la mundialización neoliberal. Las movilizaciones populares en todo el mundo podrán hacer los años venideros más terribles todavía.

Damien Millet, presidente del CADTM-Francia (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org), autor de África sin deuda, Icaria, Barcelona, 2007.

Éric Toussaint, presidente del CADTM-Bélgica, autor de Banco Mundial. El golpe de Estado permanente, El Viejo Topo, Mataró, 2007.

Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), www.cadtm.org